sábado, 21 de febrero de 2009

Los bancos españoles pierden 30.000 millones de euros y se encaminan a una situación aún peor

La noticia no es precisamente para ponerse a llorar. Que la banca (negocio usurero donde los haya) pierda, no es el acabose, pero sí indica un dato importante para entender la hondura de la crisis financiera. La bolsa –medidor del estado de las empresas- muestra un desplome generalizado, el capitalismo hace aguas pero desde sus terminales mediáticas se sigue hablando de "bache que se superará". Insuflan optimismo para que no cunda el pánico.

Tras un 2008 desastroso, el presente ejercicio tampoco apunta mejor. Los bancos españoles han perdido 30.000 millones de euros de capitalización en bolsa en menos de dos meses, más de lo que cuestan BBVA y Banco Popular juntos. A la crisis internacional se le unen las negativas perspectivas de negocio locales, tanto en actividad crediticia y comisiones como en el incremento de los préstamos morosos.
La avalancha de ventas en los mercados de renta variable vuelve a cebarse con los bancos. Banco Popular pierde hoy más del 5% de su valor, por lo que cotiza (4,29 euros) en mínimos de doce años. El resto de bancos medianos, con la excepción de Bankinter, pierde en torno al 4% y se va a su precio más bajo en más de cinco años. Santander y BBVA, la gran banca, se dejan el 4% tras completar ayer otra sesión para el olvido. El resto de entidades europeas siguen la misma línea.
Con los fuertes descensos de hoy, que arrastran al Ibex 35 (7.923 puntos) muy cerca de sus mínimos en 52 semanas (7.737 puntos), la banca española que cotiza en el selectivo acumula en el año una pérdida de valor para sus accionistas de 30.000 millones de euros, el 27,5%. En 2008, estos valores se dejaron la mitad de su capitalización bursátil, por lo que parece que lo peor está aún por descontar.
De hecho, las últimas valoraciones de los analistas anticipan más caídas en bolsa, sobre todo en los bancos que tienen concentrada su actividad en la Península. Merril Lynch estima que Banco Sabadell (3,55 euros) tiene que caer otro 32% para ajustarse a su precio objetivo (2,41 euros). Morgan Stanley tasó el banco catalán en 2,5 euros. En el caso de Popular, Morgan cree que vale 4 euros, por los 3,48 que le otorga Merrill. Bankinter (6,75 euros), por poner otro ejemplo, tendrá que retroceder un 38% para situarse en el precio objetivo que marca Banesto (4,13 euros).

El efecto de la crisis en las cuentas de los bancos se concentra, grosso modo, en la menor actividad crediticia, con el consecuente descenso de los ingresos, la caída de las comisiones por la masiva salida de dinero de los fondos de inversión y, lo más importante, en el rápido incremento de la morosidad, que ahora se sitúa en el 3,6%, frente al 0,9% de hace un año, y que apunta dramáticamente al alza. El Banco de España cree que el sistema puede soportar una mora del 9% tirando de provisiones y resultados.

“Que la vivienda se va a desplomar es algo lógico, con caídas del 50% tranquilamente para que se vuelva a una situación de equilibrio. Esto no ha hecho nada más que empezar”, comenta un analista de bancos que prefiere guardar el anonimato. “Ahora se están subastando los inmuebles entre los empleados de la banca, y todos no los pueden vender […] El descuento de partida es del 30%, pero cuando coincidan en el mercado todos los bancos, los fondos inmobiliarios, el descuento será mayor”.

La estrategia de la banca española para que no engorde la mora ha sido comprar los inmuebles a sus clientes, operaciones que en el conjunto de las entidades se sitúa en 7.000 millones de euros sólo durante el año pasado. La información que se da al mercado respecto a la tasación de estos activos es escasa, según las fuentes consultadas, por lo que las pérdidas aún son una incógnita. Además, las tasaciones que han realizado las sociedades especializadas han demostrado con el paso del tiempo ser poco fiables. “El problema es que en seis meses la gente va a pedir transparencia a los bancos respecto a la valoración de los inmuebles, se están japonizando los bancos”, comenta esta fuente. “Entonces, la principal cuestión es cómo tasas los inmuebles si en este momento no existen precios de mercado, si además esos expertos en tasación demostraron tener poca idea”.

Para otro analista consultado, adjudicarse los activos antes de que entren en mora y poder gestionarlos es preferible para los bancos, ya que los concursos de acreedores son una situación mucho más engorrosa y con la que es difícil de lidiar. “Ahora se está actuando como en el 93, aunque la diferencia es que aquella crisis duró un año y esta tres o cuatro”, comenta este experto, que recuerda que en cualquier caso el riesgo surgió “dando el crédito”.

“Nadie sabe prever el tamaño de las pérdidas, que podrían ser mayores de que lo que nadie cree y sólo lo podremos descubrir dentro de dos o tres años”, comenta en un informe Santiago López, analista de Credit Suisse. El experto considera que las provisiones, colchones de dinero que los bancos generaron en la época de esplendor, se situarán por debajo del 30% para cubrir la mora, “inaceptable para el regulador”, por lo que las entidades podrían levantar más provisiones antes de que se superen esos niveles y antes de que los bancos puedan vender los inmuebles con los que se queda.

“Si el Gobierno inyecta dinero en la institución financiera que tiene las provisiones genéricas por debajo de sus niveles esperados, algo que podría suceder en 2009, la teoría que todas los fondos genéricos pueden ser usados se comprobará como incorrecta, lo que añade presión adicional para que los bancos tengan que incrementar las provisiones”, dicen desde el banco suizo.

Menos créditos y caída de los mercados = menos ingresos

El sufrimiento del balance va acompañado de un menor crecimiento en la actividad core de la banca española, que consiste en dar préstamos, captar pasivo y cobrar comisiones. Todos los analistas consultados creen que la recesión económica provocará que el saldo crediticio de los bancos caiga en 2009, algo que no sucedió en las crisis de 1983 y 1992.

“Las bajadas de tipos dejan de ser favorables para la banca a partir del tercer trimestre, y ésta es tan fuerte que va sus efectos van a ser muy negativos”, comenta un analista de bancos de una firma foránea. “Los bancos intentan combatirlo comprando renta fija, lo que añade duración al activo […] donde pierde la banca es en aquella parte del pasivo que no es elástico, como las cuentas corrientes y los fondos propios, ahí es donde pierdes”.

“El crecimiento en el crédito está empezando a ser una cuestión mucho más seria de lo que algunas instituciones creen”, comenta el experto de Credit Suisse. “Con una contracción prevista para la economía del 2% y un paro del 19% (la estadísticas oficiales son demasiado optimistas) sencillamente no hay demanda de crédito […] La menor petición de créditos de clientes que tienen un incierto futuro sumado a las políticas más restrictivas apuntan a exacerbar la contracción del PIB, lo que podría crear un circulo vicioso deflacionario”. Además, la crisis de la industria de fondos ya provocó que la banca del Ibex 35 ingresará 600 millones menos en comisiones en 2008 respecto al año anterior, aunque pudieron contrarrestarlas con el incremento de las cargas en otras actividades de negocio y el recorte de gastos. Sólo Santander percibió 350 millones de euros menos que en 2007 por la gestión de fondos de inversión y de pensiones, un negocio que pretende vender y cuya imagen está muy deteriorada tras optar por suspender los reembolsos durante dos años a los partícipes del Santander Banif Inmobiliario.

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