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jueves, 16 de octubre de 2008

Una dosis de oxigeno para los banqueros, Berlusconi se pasa de rosca, las ideas económicas de El País, y los que no pueden votar a Obama

“(…)Los países capitalistas europeos, saturados de capacidad productiva y mercancías, desesperadamente necesitados de mercados para evitar paros de obreros y los especializados en servicios, ahorristas que pierdan su dinero y campesinos arruinados, no están por tanto en situación de imponer condiciones y soluciones al resto del mundo. Así lo proclaman los líderes de importantes países emergentes y de los que, pobres y saqueados económicamente, son víctimas del intercambio desigual.(…)”. Lo insolito por Fidel Castro

martes, 19 de febrero de 2008

COMANDANTE EN JEFE, ORDENE!


Ahora más que nunca, COMANDANTE EN JEFE, ORDENE!
Desde el respeto a las decisiones soberanas de las instituciones democráticas de la Revolución.
Desde el respeto a un pueblo que decidió en 1959 ser libre y dueño de su propio destino para siempre.
Desde nuestra admiración a un pueblo libre y culto que ha sabido enfrentarse con dignidad durante 50 años al imperialismo y que sabrá defender las conquistas de la Revolución.

PATRIA O MUERTE!
SOCIALISMO O MUERTE!
VENCEREMOS!!!!!!!!!!!

VIVA FIDEL! VIVA RAÚL! VIVA EL PUEBLO CUBANO Y SU REVOLUCIÓN!

martes, 15 de enero de 2008

Y en eso se fue Fidel

Si hace 17 meses, cuando el presidente cubano Fidel Castro se retiró por problemas de salud de la primera línea política, hubieran preguntado a los españoles cuál sería la situación de Cuba al comienzo de 2008, pocos hubieran afirmado que la normalidad y la institucionalidad sería absoluta. Esto no quiere decir que lo sucedido –o no sucedido– en Cuba haya sido algo imprevisto o sorprendente, sino que es una muestra del desconocimiento y desinformación que sufre la comunidad internacional sobre la realidad cubana.
Llevamos décadas escuchando la inminencia del derrumbe del socialismo cubano, de un levantamiento popular contra sus gobernantes o de una desesperación ciudadana insostenible. Sin embargo, desde la enfermedad que obligó a Fidel Castro a delegar sus responsabilidades de jefe de Estado, todos los miembros del gobierno han trabajado con normalidad, el parlamento se ha reunido regularmente, en octubre se celebraron sin incidentes y sin abstención las dos vueltas de sus elecciones locales, y en enero habrá elecciones legislativas. En cambio, en Bélgica, aquí al lado, sin que los medios y analistas hayan comentado tanto, han estado seis meses sin gobierno y ahora están con uno interino. En Cuba ninguna de las previsiones agoreras de desestabilización, crisis de balseros o manifestaciones en el malecón se ha cumplido. La obsesión de algunos por presentar un país sin institucionalidad ha sido tan demente que se ha llegado a pronunciar la Audiencia Nacional española sobre si en estos momentos Fidel Castro era o no jefe de Estado, un despropósito de injerencia y soberbia que sólo puede despertar lógica indignación al otro lado del Atlántico.
Cuba ha asistido a una impecable institucionalidad, su presidente delega su cargo por razones de salud, se le reserva la competencia como asesor temporal en la medida en que su enfermedad se lo permita y se le sustituye por el primer vicepresidente, Raúl Castro, en torno al cual se aglutinan los principales altos cargos del gobierno. Ahora, el 20 de enero, habrá elecciones al Parlamento y se sabe que Fidel será candidato, lo cual indica que se le tiene en consideración para la política cubana, como no podría de ser de otra forma. Y mientras tanto, en Cuba se discute y se debate sobre sus problemas, miles de reuniones de base del Partido Comunista han generado casi dos millones de propuestas que deberán ser atendidas por los responsables oportunos. En estos días, diez Comisiones de Trabajo del Parlamento analizaron y debatieron los principales temas económicos y presupuestarios del país. La producción y distribución de alimentos, la eficiencia, la productividad y la disciplina laboral, la situación energética será abordada sin la presencia de Fidel Castro, en un ejemplo de normalidad política.
Mientras algunos continúan con su ensoñación de desestabilización para Cuba, el país ha logrado producir la mitad del combustible que consume, su histórica pesadilla económica. Su relación comercial con la región no tiene precedentes: a través de Petrocaribe, el ALBA, misiones educativas y sanitarias internacionales, acuerdos bilaterales con numerosos países, etc… En política exterior, su denuncia del bloqueo de Estados Unidos ha alcanzado el máximo apoyo en la historia de una votación en la Asamblea General de la ONU.
Cuba ha sido el país víctima durante más tiempo de la mentira y sobre el que más se nos ha estado engañando. Donde dicen que hay represión y nunca se ha visto a la policía cargar contra una manifestación, donde muchos opositores viven mejor que los ministros, donde se afirma que Internet está prohibido pero lo utilizan gratis en el trabajo todos los estudiantes, los profesores, los médicos, los periodistas… El país al que acusan de estar gobernado por unos dinosaurios comunistas pero su mayor cargo diplomático tiene 44 años, donde dicen que no hay elecciones pero votan voluntariamente y mediante voto secreto el 96 por ciento de los cubanos.
Por supuesto Cuba tiene muchos problemas, incertidumbres y necesidad de cambios. Se trata principalmente de la vivienda, el transporte y la mejora de la producción alimentaria para su población. Pero lo sugerente es que son problemas que ya se vislumbran más fácil de resolver en el socialismo que en el capitalismo. En vivienda la solución es construir, mientras que en España, el mercado no lo resuelve teniendo dos millones de casas vacías. El transporte es más fácil solucionarlo en La Habana mediante una buena red de autobuses, o tranvías, que en ciudades colapsadas como Caracas o México D.F. Y en alimentación, el reto es comenzar a producir en la mitad de las tierras cultivables que se tienen ociosas. Es verdad que también hay problemas de ineficiencia y corrupción, pero en Cuba ninguna persona se embolsa millones de dólares recalificando terrenos como en España, y ningún ministro gasta 150.000 euros en viajes en aviones privados ni 183.000 en protocolo, como hizo Eduardo Zaplana según revela el periodista Alfredo Grimaldos en su último libro. Convencer a los ciudadanos para que trabajen eficazmente en el socialismo no es fácil, en el capitalismo basta con matar de hambre a quienes no lo hagan, por eso uno de los retos de Cuba es encontrar los mecanismos de incentivación que no generen desigualdades insultantes e intolerables. Esa discusión tampoco se ha evitado, Raúl Castro lo abordó claramente en su discurso del pasado 26 de julio.
Pero lo más indignante para todos los que están obsesionados con derrocar el socialismo cubano y comenzar el saqueo es que todo está sucediendo con Fidel Castro entre bambalinas. Se equivocaron durante décadas planificando la ausencia de Castro y se han vuelto a equivocar ahora que la naturaleza lo ha apartado de la jefatura del gobierno. Son tantas las mentiras sobre Cuba que hasta los mentirosos se las creyeron y ahora no entienden nada.

Pascual Serrano

martes, 1 de enero de 2008

FELIZ AÑO 49

FELIZ AÑO 49 DE LA REVOLUCIÓN CUBANA.
Un año mas en el que seguir luchando por la libertad, la justicia, la dignidad, la verdad, las ideas y el socialismo.

domingo, 21 de octubre de 2007

Las Elecciones (Reflexiones del Presidente Fidel Castro)

REFLEXIONES DEL PRESIDENTE FIDEL CASTRO
Las Elecciones

Nuestras elecciones son la antítesis de las que tienen lugar en Estados Unidos, no un domingo, sino el primer martes de noviembre. Allí lo primero es ser muy rico, o contar con el apoyo de mucho dinero. Después, invertir sumas enormes en publicidad, que es experta en lavado de cerebros y reflejos condicionados. Aunque hay honrosas excepciones, nadie puede aspirar a ningún cargo importante si no dispone de millones de dólares.
Para ser electo Presidente, se necesitan cientos de millones, que salen de las arcas de los grandes monopolios. Puede triunfar el candidato con una minoría de los votos nacionales.
A las urnas acuden cada vez menos ciudadanos, ya que muchos prefieren laborar o dedicar el tiempo a otra cosa. Hay fraudes, trucos, discriminación étnica y hasta violencia.
El hecho de que vote más del 90% de los ciudadanos y los escolares custodien las urnas es algo inusitado, no puede ser creído si se trata de un "oscuro rincón del mundo", agredido y bloqueado, que se llama Cuba. Así ejercitamos los músculos vigorosos de nuestra conciencia.
Fidel Castro Ruz
19 de octubre de 2007
Hora: 6:12 p.m.

jueves, 12 de julio de 2007

Autocrítica de Cuba

Fidel Castro

Granma
La Dirección Nacional de la UJC acordó informar la siguiente medida cuando concluía su aplicación: "El pasado sábado 7 de julio, el Buró Nacional de la Juventud Comunista decidió ajustar el plan de fuerzas a movilizar por las Brigadas Estudiantiles de Trabajo, bajo el principio de emplear a los estudiantes en tareas de orden social y recreativo, en número ajustado al mínimo necesario y en sus municipios de residencia, para evitar la transportación.
"Tal decisión fue discutida el propio día con el Estado Mayor Nacional de las BET, conformado por las organizaciones estudiantiles y los organismos de la Administración Central del Estado, y también con las direcciones de la Juventud Comunista en todas las provincias.
"Se hizo énfasis en la idea de un uso más racional de la fuerza a movilizar, el ahorro de recursos materiales, fundamentalmente combustible, y el propósito de que los estudiantes utilicen el tiempo en afianzar conocimientos, incorporar hábitos de lectura y debatir sobre temas de suma importancia.
"Como resultado de las decisiones adoptadas, se moverán solo 200 000 estudiantes en julio y agosto, de los 600 000 planificados inicialmente. No se efectuarán movilizaciones hacia campamentos agrícolas o escuelas en el campo cuya ubicación implica el uso de transporte y otros aseguramientos logísticos.
"La convocatoria se hará este año por solo 7 días en labores relacionadas con tareas de la Revolución Energética, junto a los trabajadores sociales, tales como capacitación de la comunidad para una mejor cultura del ahorro, entrega de equipos electrodomésticos pendientes de distribuir y visitas a un número de núcleos familiares que, habiéndolos recibido y asumido las obligaciones pertinentes, no han cumplimentado el pago.
"También estarán presentes en la lucha antivectorial, a fin de que no se introduzca de nuevo el dengue, y en la atención primaria y secundaria de salud, apoyando a policlínicos y hospitales.
"La promoción de actividades culturales, recreativas y deportivas en las comunidades será otra de las tareas que acometerán los participantes en las Brigadas Estudiantiles de Trabajo.
"La UJC promoverá entre los movilizados y el resto de los jóvenes el estudio y el debate."
No puedo menos que felicitar a la Dirección Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas, y también a los responsables de los departamentos de Organización e Ideológico del Partido que fueron consultados por la misma y apoyaron sin vacilar esta medida.
El trabajo físico no genera por sí mismo una conciencia. Cada trabajador es diferente. Su temperamento, su organismo, sus nervios, el tipo de trabajo que realiza, el rigor de este, las condiciones en que invierte su fuerza —bajo el sol ardiente o en área climatizada—, si es a destajo o remunerado por un sueldo, si tiene hábitos de disciplina o no, si dispone de todas sus facultades mentales o padece de alguna discapacidad, escuelas en que estudió, maestros que tuvo, si es profesional o no la actividad a realizar, si el trabajador es de origen campesino o urbano. Algo muy importante: si maneja o distribuye bienes o servicios de cualquier tipo, quiénes son sus jefes, qué imagen proyectan, cómo hablan, cómo miran. Podría llenar páginas hablando de las diferencias individuales de cada trabajador. Por ello, lo que más requiere el ciudadano de nuestro país son los conocimientos, si se desea crear una conciencia.
El precepto martiano sobre la importancia de vincular el estudio y el trabajo en la formación del hombre, nos llevó en el pasado a promover la participación de los estudiantes universitarios e incluso alumnos de nivel medio superior en el trabajo físico. Ello fue, en primer lugar, una necesidad insoslayable. Había que sustituir el vacío que dejaban entonces los que masivamente abandonaban el campo de caña tan pronto aparecían otras oportunidades de empleo. El nivel promedio de conocimientos era muy bajo, aun después de la alfabetización, del auge masivo de la enseñanza primaria y más tarde de la secundaria básica. Nuestros jóvenes lo comprendieron y aportaron su esfuerzo con disciplina y entusiasmo.
Hoy se ha masificado la educación superior, que comenzó con los médicos y educadores, continuó con los trabajadores sociales, los de las ciencias informáticas, los instructores de arte, la universalización de los estudios universitarios para gran número de carreras. Hay que hacer trabajar las células del cerebro si se desea formar conciencia, tan necesaria en la complejidad del mundo actual.
El propósito de estudiar una o dos semanas, que este año será solo 7 días, con materiales adecuados que se les suministren, generará la satisfacción del tiempo bien empleado y la conciencia que con urgencia necesita nuestra sociedad.
Durante todo el año debemos mantenernos informados sobre las cuestiones esenciales y los detalles de lo que ocurre en Cuba y en el mundo.
En materia económica concreta, pienso que en cada país casi todos los ciudadanos ignoramos todo. Es ineludible conocer por qué sube el precio del petróleo, que el pasado lunes alcanzó cotizaciones de 77 dólares por barril; por qué suben los precios de los alimentos, como el trigo y otros, que por cuestiones de clima deben ser importados; si la causa de su elevación es permanente o coyuntural.
No todos los trabajadores tienen estímulos en pesos convertibles, una práctica que se generalizó en gran número de empresas durante el periodo especial, sin cumplir en no pocas ocasiones los requisitos mínimos comprometidos. No todos los ciudadanos reciben del exterior divisas convertibles, algo que no es ilegal, pero que a veces crea desigualdades y privilegios irritantes en un país que se esmera por los servicios vitales y gratuitos que ofrece a toda su población. No menciono las jugosas ganancias que hacían los que las transportaban clandestinamente, ni la forma en que nos tomaban el pelo transfiriendo los billetes norteamericanos a otras monedas para evitar las medidas de respuesta contra el dólar.
La falta real y visible de igualdad y la carencia de información pertinente da lugar a opiniones críticas, sobre todo en los sectores más necesitados.
Es indudable que en Cuba, los que de una u otra forma reciben pesos convertibles —aunque en estos casos son limitadas las sumas— o los ciudadanos que reciben divisas del exterior, adquieren a la vez servicios sociales esenciales gratuitos, alimentos, medicinas y otros bienes a precios ínfimos y subsidiados. Estamos sin embargo cumpliendo estrictamente nuestras obligaciones financieras precisamente porque no somos una sociedad de consumo. Se necesitan administradores serios, valientes y conscientes.
Los que gastan gasolina a diestra y siniestra con nuestro actual parque de vehículos de todo tipo; los que olvidan que los precios de los alimentos suben sostenidamente y que las materias primas para la agricultura y la industria, muchas de cuyas producciones se distribuyen a todos con precios subsidiados, deben adquirirse a precios de mercado; los que olvidan que el país tiene el deber sagrado de luchar hasta la última gota de sangre y debe gastar en materias primas y medios defensivos frente a un enemigo que monta guardia permanente, pueden comprometer la independencia y la vida de Cuba. ¡Con eso no se juega!
Los pelos se me pusieron de punta cuando hace pocos días un distinguido burócrata exclamó por televisión que ahora que el periodo especial se acabó enviaremos cada año más y más delegaciones para tal y más cual actividad.
¿De dónde habrá salido ese bárbaro?, me dije. Tal vez sea una donación que nos envía Sancho Panza desde su ínsula de Barataria.
En Cuba se alivió el periodo especial; pero el mundo ha caído en periodo muy especial, que está por ver cómo sale de él. Despilfarramos miles de millones de dólares en combustible. No solo como gastadores de oficio, que es una tendencia natural, sino también por la necesidad de cambiar decenas de miles de antiguos motores soviéticos, de una época en que les sobraba la gasolina, por motores chinos muy ahorrativos con razonables facilidades de pago. Este programa se ha retrasado.
En la economía mundial los metales, igual que el petróleo, suben por encima de sus parámetros históricos, pero tienen caídas bruscas.
Nada puede sin embargo remediar en breve tiempo la necesidad de combustible para el transporte personal y público y los equipos agrícolas o de construcción. Todo está mecanizado en los países desarrollados. Cuentan los viajeros que ven levantarse una tras otra edificaciones de todo tipo, que no se detienen de día o de noche. Las ciudades se agigantan. Cada vez son más los millones de personas que necesitan agua potable, vegetales, frutas y alimentos proteicos, que otros deben producir y suministrar después de recorrer a veces grandes distancias. Necesitan además carreteras de tres o cuatro vías en cada dirección, puentes, obras ingenieras costosas. El menor incidente, el simple contacto lateral entre dos vehículos, lo paraliza todo. Cada día es mayor el gasto público y menor la ayuda al desarrollo.
Lo peor es que por cada mil personas hay más de 500 automóviles individuales. En Estados Unidos casi mil. Viven o trabajan en lugares distantes. Cada uno con su garaje. Cada centro de trabajo con su parqueo. No alcanzan las refinerías. Muchas necesitan ampliarse y además deben construirse nuevas plantas. La materia prima de la refinería es el petróleo; mientras más pesado más se requiere y hace rato no aparecen grandes yacimientos del ligero. Una huelga en Nigeria, la guerra de Iraq, las amenazas a Irán, los viejos conflictos políticos en Europa, un maremoto, un ciclón, disparan los precios. Los viejos y nuevos grandes consumidores demandan cada vez más millones de barriles diarios. Crecen por supuesto simultáneamente los planes de construir nuevas plantas nucleares. No discuto ahora los efectos o peligros ambientales o climáticos, sino las incertidumbres que desatan en la economía real.
Después de gastar una montaña de oro destruyendo a Vietnam, Nixon sustituyó el oro por billetes de papel, sin que apenas alguien se percatara de las consecuencias. Era tal el desarrollo tecnológico de Estados Unidos, su capacidad de producir mercancías industriales y agrícolas, y en especial su enorme poderío militar, que la sustitución del oro por billetes de papel no constituyó una tragedia. Se produjo una inflación de más del 10 por ciento, que fue controlada. Vino después el rearme de Estados Unidos sufragado con papeles, al final de la guerra fría, y la victoria de la sociedad consumista, que deslumbraba a las naciones con su orgía de bienestar aparente. Con papeles el imperio adquirió gran parte de las riquezas del mundo, donde impone sus leyes, menospreciando la soberanía de las naciones.
El dólar fue perdiendo progresivamente su valor hasta llegar a menos del 6 por ciento en la década del 70. Los expertos están desconcertados respecto a los fenómenos nuevos. Ninguno está seguro de lo que va a ocurrir.
¿Existen o no razones para profundizar en estos temas?