sábado, 10 de abril de 2010

Josué defendiendo su enmienda sobre prostitución


Esta enmienda no ha sido aceptada, recalcandose una vez más la UJCE como abolicionista.

6 comentarios:

///HastaLaVictoriaSiempre\\\ dijo...

¿proponía una regularización de la prostitución?

Alvaro Villar Calvo dijo...

Proponia la regularización.

Seminaris dijo...

El marxismo considera la prostitución como la más terribles de las explotaciones, laboral, psicológica y sexual, pura dinamita en el cuerpo y en la mente de las mujeres.

Me alegro de que al final no haya salido adelante. Las regulaciones de Holanda y otras experiencias en algunos estados de Austria y USA nos han demostrado que la regularización sólo ha beneficiado a los puteros, ahora llamados "empresarios" del sexo, y que de ningún modo se han puesto coto, es más, se han multiplicado con creces, todas las injusticias que vivían las prostitutas.

Nuestro modelo a seguir está, sin duda, en Suecia, no en Holanda.

En España la regularización la defienden sujetos como los dueños de prostíbulos en Levante vinculados a la ultraderechista España2000. En fin. Que a mí no me vengan con el cuento de que la regularización también parte de algunas feministas que quieren mejorar las condiciones "laborales" de las prostitutas... sería como querer acabar con el capitalismo intentando que los trabajadores de Telecom se tiren desde un segundo piso y no desde un octavo.

Abolicionismo siempre.

Seminaris dijo...

Donde puse Austria, quise decir Australia, jeje

Josué dijo...

Hola Seminaris!

¿De dónde sacas que la regularización que yo planteé defendía a esos sujetos? Esos sujetos se suelen organizar en asociaciones como ANELA, y sólo defienden la regularización de la prostitución en el terreno del alterne, excluyendo a las cooperativas de trabajadoras del sexo o los derechos de las trabajadoras autónomas (por ejemplo, la prostitución de calle). En todo momento defendí a las trabajadoras como feminista anticapitalista que soy, y tal vez podrían coincidir en aspectos con esos sujetos, como por ejemplo en el cierre de una pensión se podría coincidir con el dueño en que no debe cerrarse, pero ante el problema los derechos de las trabajadoras estarán por encima de todo. Es hipocresía moral que defendamos los derechos de los actores y actrices porno ( que también realizan un acto sexual), de l@s trabajador@s de los locales de masaje, o de una cadena de sex-shop que también trabajan en la industria del sexo. Si vemos con buenos ojos, aunque no compartamos la actividad que se genera, que una plantilla de una central nuclear se organice, no entiendo la razón de negarles ese derecho a las prostitutas. Este planteamiento moralista está actuando como excusa para negar derechos a un sector de la industria del sexo que nos se nos ocurriría negar a ningún otro grupo, por mucho que rechacemos el negocio de sus jefes.

Sobra decir que estoy en contra de la mercantilización y del libre mercado, pero estamos ante una industria expansiva que genera puestos de trabajo precarios a los que suele acceder una parte muy importante de la población y por supuesto, mantienen una relación de explotación enorme. Las prostitutas son víctimas de esta explotación laboral, y no tanto de la violencia de género en tanto en cuanto aceptemos su autonomía real. Por tanto, hablamos de prostitución voluntaria, y por tanto hablamos de situaciones reales de trabajadoras que trabajan a merced de un empresario y que su fuerza de trabajo genera plusvalías y cuyos derechos son ignorados por la patronal y las autoridades, y las personas sesgadas por el abolicionismo. Queremos abolir el trabajo asalariado, pero en otro modelo de sociedad y una vez se haya producido una lucha de clases, y para que eso se produzca debemos dejar atrás los falsos paternalismos hacia las mujeres, dejemos de tutelarlas y pensemos que también son capaces de trabajar en el trabajo sexual como lo podrían hacer en cualquier otro trabajo, donde también se produce una discriminación sexual (en forma de diferencias salariales en muchos de los casos) y no se plantea el acceso de las mujeres a estos puestos de trabajo.

Josué dijo...

El debate Holanda versus Suecia es muy interesante. En Holanda la prostitución es una actividad reconocido por ley, por lo que implica reconocimiento de derechos y no la erradicación de la prostitución. Sin embargo, en Suecia se ha aplicado el llamado modelo abolicionista por excelencia, que intenta multar a los clientes y perseguir a las mafias. Que se intente multar al cliente, provoca que las prostitutas tengan que realizar sus actividades en condiciones aún más precarias, y por tanto sigue existiendo. Holanda es un sistema de libre mercado, y nunca el capital cederá ante la clase obrera sino se produce una lucha de clases, y l@s trabajador@s que ejercen otros trabajos gozan de derechos frente a las agresiones de la patronal y exigimos esos derechos como intocables ante las relaciones de explotación. Si creemos que la prostitución se da por necesidades económicas, contestaría que yo también trabajo por eso y puedo gozar de una pensión si cotizo y si ZP no nos jode una vez más ( para ello los sindicatos deberán convocar de una vez la huelga general, que obviamente apoyo más que la medida del Telecom). ¿Son las prostitutas las únicas que tienen que luchar contra el capital y por eso no merecen derechos como el resto de la clase obrera? Negarles derechos laborales es negarles su derecho al sindicalismo en cuanto a trabajadoras del sexo,y poder luchar por sus derechos en las mismas condiciones que el resto de las trabajadoras. Finalmente en cuanto a estos países y la lucha contra el tráfico de personas, resulta increíble que sostengan que luchan contra ese crimen organizado cuando con sus leyes de extranjería favorecen el cierre de fronteras y los controles impuestos. Si hubiera libertad de movimiento y de circulación, no existirían las mafias de la inmigración clandestina.

Marx proponía que el matrimonio burgués era una forma más de prostitución. El matrimonio es una institución patriarcal al igual que la prostitución, pero en la primera queremos que las mujeres se empoderen y rompan con los esquemas de dicha institución, pero en la segunda ignoramos esta posibilidad. Hay que considerar que la prostituta transgrede todos los mandatos del género posibles y se sitúa como agente potencial y peligroso para el orden patriarcado- capital: la mujer que gestiona su economía y que trabaja con su sexualidad. El marxismo entiende el trabajo asalariado como una forma de enriquecimiento del capitalista, por tanto sobra decir que la prostitución es un trabajo que se mueve en tal concepto. Por tanto, considero contradictorio que se plantee desde el marxismo una postura abolicionista en la situación real que tenemos, ya que permite a los empresarios un terreno libre para su especulación y explotación de la clase obrera, como sucede en otros trabajos pero de forma diferente. La prostituta no hace sino vender sus propios servicios o fuerza de trabajo, en ningún caso está vendiendo su cuerpo porque en ese caso sólo podría ser prostituta una vez.

Por último, termino diciendo que es imprescindible distinguir la realidad de las mujeres que deciden trabajar como prostitutas antes que optar a otros trabajos donde ganan muchos menos, tienen contratos precarios que precarizan aún más sus vidas en tanto que trabajadoras y en tanto que mujeres, y gozan de menos libertad, de la realidad de aquellas que sufren violencia y explotación (involuntaria porque no hay trabajo asalariado donde no se produzca una relación de explotación en el capitalismo) en contextos de prostitución. Desde estas realidades y contextos reales y actuales se debe luchar y trabajar contra las injusticias y contra el capital, creyendo en la posibilidad que tienen las personas para revelarse contra las injusticias. Negar esto, es negar la posibilidad de que se produzca una lucha de clases.

Saludos!