sábado, 7 de marzo de 2009

Buscan a los hijos de 18 ciudadanos riojanos prisioneros en campos de concentración para facilitarles la indemnización

La Asociación de la Memoria Histórica de Sevilla está buscando a los hijos de 18 ciudadanos riojanos que estuvieron prisioneros en los campos de concentración nazis, para facilitarles una indemnización del Gobierno francés.

Aunque este asunto toca tangencialmente los desastres de la guerra civil española de 1936, el colectivo sevillano, representado en este caso por Pilar Pardo, cree "que sería una lástima que estas aportaciones económicas se perdieran" y está impulsando una búsqueda por los municipios españoles de los que procedían aquellos prisioneros.


Pardo explicó que los pagos se articulan en virtud de un decreto de la República Francesa de julio de 2004, según el cual se entrega una paga de 27.000 euros a cada uno de los hijos de los prisioneros; eso sí, con la condición de que tuvieran menos de 21 años cuando su progenitor fuera apresado. Lógicamente esos hijos, si aún viven, cumplen esa condición en prácticamente todos los casos.
También advierte que a través del "boca a boca" algunos han podido ya cobrar la citada cantidad y asegura que es muy difícil que en en estos casos se pueda dar algún tipo de picaresca por parte de personas que no cumplan las condiciones o que nada tengan que ver con los afectados.



PERSEGUIDOS POR LA GUERRA
Los avatares que llevaron a españoles a campos de concentración nazis de tan funesto recuerdo como Mauthausen componen un impresionante relato de hechos sucedidos entre los años 1936 y 1944.En el transcurso y final de la guerra civil muchos exiliados se trasladaron a Francia para comenzar una nueva vida. Gran número de ellos no recibieron el trato que esperaban del país vecino y fueron confinados en campos de internamiento en los que pasaron penurias y algunos murieron.




Se suponía que era una situación transitoria hasta la expulsión del país vecino o la regularización de su estancia, pero el destino pareció tenderles una nueva trampa cuando en aquellos convulsos días estalla la segunda guerra mundial.




Pilar Pardo asegura que muchos españoles fueron entonces movilizados. Tomarían así parte en un conflicto bélico -impulsado por una Alemania expansionista, superarmada y con ganas de resarcirse de sus pérdidas en la primera guerra mundial- de dimensiones que no pudieron ni imaginar a pesar de haber vivido ya una guerra en España.Alistados y enviados al combate, según Pardo, formaron parte de las tropas que se oponían al incontenible avance de Hitler a lo largo de la tristemente famosa Línea Maginot.




Salpicados entre los soldados franceses, en aquel complejo de defensas que Francia creó en su frontera con Alemania e Italia tras la primera guerra mundial, luchaban españoles. Allí soportaron el primer choque arrasador de la Wehrmacht (ejercito de tierra) y la Luftwaffe (aviación) que con una estrategia de guerra relámpago desbarataron la obsoleta defensa francesa haciendo miles de prisioneros en 1940.



DESTINOS MORTALES
Pero no todos los riojanos deportados a campos de concentración fueron apresados en este escenario; al parecer otros pudieron ser derivados a campos de exterminio desde los mismos campos de internamiento una vez cayeron en manos del nazismo, o formaron parte de la resistencia francesa y fueron finalmente apresados. Cada uno de los casos es una aventura diferente con un destino común que les llevó desde ciudades como Estrasburgo, Angulema, Toulouse o Burdeos a los campos de exterminio de Mauthausen, Dachau, Buchenwald, Gusen y Neuengamme en el que murieron ocho de los 18 riojanos.



LOS 18 RIOJANOS
Entre los prisioneros había cinco calagurritanos: Vicente Gil Díaz, Pedro Muro, Teodoro Pérez Sáenz (los tres fallecidos en cautiverio), Francisco Jaime Lorente y Cándido León Antoñanzas (liberados en 1945).


Tres vecinos de Cuzcurrita del Río Tirón: Mariano Busto (fallecido), Fermín Arce Rioja y José Villar Martínez (liberados).Dos de Cervera de Río Alhama: Juan Calvo Garijo y Eulogio Garijo Sáiz (ambos liberados).


Uno respectivamente de Agoncillo, Alcanadre, Alesanco, Ausejo, Haro, Logroño, Ortigosa de Cameros y Tricio: Eugenio Giménez (sin datos sobre la suerte que corrió su vida), Antonio Díaz Rodríguez (fallecido), Ernesto Udave Moreno (liberado), Primitivo Cordón Muro (sin datos), Rafael Hermoso Mateo (liberado), Daniel Ezquerro, Juan Pérez Martínez e Ildefonso Nalda Nájera (fallecidos estos tres últimos).


A día de hoy, con la difusión de este tipo de noticias, siguen apareciendo familiares de los prisioneros fallecidos que ignoraban la suerte de habrían corrido.


Según comentó Pilar Pardo, las cordiales relaciones entre el Gobierno del General Franco y el Tercer Reich dieron lugar a una oportunidad de salvación para los españoles; una oportunidad que se echó por tierra: "Hubo una conversación directa de Himmler -comandante jefe de las SS- con Serrano Suñer -ministro y germanófilo jefe de la Falange- en la que el dirigente nazi le preguntó qué quería que hiciera con los prisioneros españoles. Serrano Suñer respondió que él no los reconocía como españoles y que podía hacer con ellos lo que quisiera".


Impresiona ver el listado de sus nombres, los días de su deportación, los campos de destino, las fechas y lugares de su fallecimiento o liberación, incluso el número de prisionero de algunos de ellos que a buen seguro marcaron en su piel. En uno de los casos que afectan a riojanos, dos de los apresados resultaron muertos con solo cinco días de diferencia y algunos otros no llegaron a ser liberados por apenas cinco semanas de tiempo.


Todos estos datos figuran en un libro de 587 páginas editado por la Subdirección General de Archivos del Ministerio de Cultura, que en una ímproba labroe continúa recopilando datos para rellenar las lagunas que existen el conocimiento de la terrible aventura de los prisioneros españoles en los campos de exterminio nazis.

No hay comentarios: