jueves, 28 de junio de 2012

¿Y a nosotras, quién nos rescata?


Hoy 28 de junio conmemoramos el Día del Orgullo LGTBI, un día de alegría, rabia y memoria. Alegría para celebrar las importantes conquistas que el movimiento LGTBI ha alcanzado en los últimos años, avanzando sin rendirse en su firme lucha por la igualdad y la diversidad. Rabia para indignarnos y rebelarnos ante una realidad que nos sigue invisibilizando, discriminando y oprimiendo, pero también para defender con uñas y dientes los derechos que tanto esfuerzo nos ha costado conseguir y que hoy corren serio peligro. Por último, memoria para no olvidar nuestro pasado, para recordar el compromiso militante de varias generaciones de activistas arriesgaron sus vidas por conquistar más igualdad y más libertad en tiempos no tan lejanos.

43 años después de los disturbios de Stonwall, seguimos luchando y protestando. Seguimos tomando calles y  plazas contra una crisis global del capitalismo que aplasta nuestras vidas. Seguimos luchando contra la violencia que nos despoja de nuestros empleos, de nuestras casas, de nuestra salud, de nuestro futuro. Seguimos en pie de guerra contra la brutalidad policial. Esta gran estafa, mal llamada “crisis”, promete acabar con todo, con la democracia y con los derechos sociales, con los cimientos de un Estado del bienestar construido gracias a la fuerza de muchas luchas sociales. Ante esta amenaza para los pueblos no puede caber la resignación ni el conformismo. Hay que gritar basta.

Lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales sufrimos en nuestras propias carnes los efectos de los planes de ajuste y de las políticas de “austeridad”, pero para nosotras y nosotros los recortes empezaron antes de esta “crisis” económica. Comenzaron cuando el PP recurrió nuestros derechos, y los de nuestras familias, ante el Tribunal Constitucional, pretendiendo así frenar conquistas que el movimiento LGTBI ha ganado en las calles y en las instituciones junto a las fuerzas políticas de izquierda. Más tarde, los recortes a la igualdad continuaron con una reforma laboral injusta, aprobada por el gobierno del PSOE, que ha condenado al colectivo LGTBI, especialmente vulnerable en el ámbito laboral, a más paro y más precariedad.

Con el gobierno del PP y la troika las tijeras del capital siguen hoy amenazando los derechos y la dignidad de lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales. Esas tijeras recortan impunemente los contenidos sobre diversidad afectivo-sexual y LGTBIfobia de la asignatura Educación para la Ciudadanía, recortan nuestros derechos laborales con una nueva reforma laboral exigida por los insaciables mercados, se manchan de sangre recortando irresponsablemente las ayudas públicas a la lucha contra el VIH/SIDA y atacan los derechos humanos de las y los migrantes y las personas transexuales recortando su acceso a la sanidad pública.

En las escuelas, en las consultas médicas, en los centros de trabajo... la discriminación persiste y los brutales recortes que sufrimos actualmente la refuerzan especialmente. La LGTBIfobia muestra en este contexto de crisis su cara más cruda y amarga. La derecha, la iglesia y la patronal hacen gala sin tapujos de su tradicional discriminación y señalan claramente quiénes son las y los condenados a pagar los efectos de la crisis. La igualdad nunca les ha gustado y ahora está en el punto de mira de sus recortes. Su objetivo final es claro, hacer pagar la crisis a las grandes mayorías sociales, y no a sus verdaderos culpables. Con total impunidad rescatan bancos, pero jamás trabajadoras ni trabajadores.

Sobran motivos para indignarse, para protestar, para ocupar las calles, no podemos rendirnos ahora. Sólo así conseguiremos impulsar una respuesta clara y contundente frente al capitalismo heteropatriarcal. Este sistema nos invisibiliza, nos discrimina, nos recorta..., pero nosotras y nosotros responderemos. No más estafas, no más chantajes, no más recortes. No pagaremos su deuda. La crisis no es excusa, la igualdad no se recorta.

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