lunes, 3 de octubre de 2011

Más de 1.000 riojanos han perdido su casa desde 2008 por no poder pagar la hipoteca

Sobreendeudamiento familiar sumado a las crisis financieras y del sector constructor, así como a la elevada tasación del valor de las viviendas y al desempleo, son una mezcla que tiene resultados escalofriantes. De acuerdo con los datos extraídos de las memorias del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja correspondientes a los años 2008, 2009 y 2010, 917 riojanos han perdido sus casas al no poder hacer frente al pago de la hipoteca que pesaba sobre ellas. A ellos hay que sumar los 175 lanzamientos que ya han sido realizados este año en Logroño y Lardero por parte de las comisiones judiciales encargadas de asegurarse de que los deudores abandonan sus viviendas.
En resumen, cada día hay un riojano que, tras la correspondiente notificación judicial, ha apurado un último mes en la casa que adquirió mediante crédito hipotecario, ha apilado sus pertenencias y se ha mudado a la fuerza.
Pero hay que tener en cuenta que las cifras no se ajustan exactamente a la realidad y pueden ser incluso mayores. Una solicitud de ejecución hipotecaria por parte de un banco o una entidad financiera puede referirse a varios inmuebles y los lanzamientos ejecutados por los funcionarios judiciales no se corresponden con la totalidad de los casos, puesto que existen otros en los que se alcanza un pacto previo entre el banco y el expropietario y, por lo tanto, no requieren la presencia de funcionarios judiciales para que las viviendas queden vacías.
Al revisar las tablas estadísticas de los juzgados de primera instancia de Logroño, Calahorra y Haro, se comprueba que la crisis arreció al finalizar 2008. Ese año, se resolvieron 154 ejecuciones hipotecarias, pero quedaron pendientes 421. En 2009 fueron más del doble las que se resolvieron en los juzgados (388) y el número de las pendientes escaló hasta las 740. En 2010, el último ejercicio cerrado a efectos estadísticos, fueron 375 las resueltas, pero los juzgados comenzaron 2011 con otros 884 casos pendientes. De ellos, según los datos recabados esta semana, solo los juzgados de la capital han llevado a cabo otros 175 lanzamientos.
Lógicamente, el mayor número de ejecuciones hipotecarias corresponde a los instancias judiciales logroñesas, por ser la capital la que reúne a algo más de la mitad de la población y debido al hecho de que Logroño y sus localidades aledañas fueron las principales protagonistas del 'boom' inmobiliario.
En concreto, la demarcación jurisdiccional de Logroño realizó 89 ejecuciones hipotecarias en 2008, que subieron hasta las 242 en 2009 y alcanzaron las 261 el pasado año. En Calahorra, se realizaron 53 en 2008, 96 en 2009 y 76 en 2010. La misma progresión ascendente se registró en los juzgados jarreros, donde se resolvieron una docena de casos en 2008, medio centenar en 2009 y otras 38 el pasado ejercicio.
El procedimiento comienza con la solicitud al juzgado por parte de un banco o de una entidad financiera. Cuando detectan impagos sucesivos en los préstamos hipotecarios, demandan a los juzgados que abran el proceso.
Primero, a subasta
El primer paso de la Justicia consiste en requerir a los deudores el pago de las cantidades pendientes en un plazo no superior a los 30 días. Si no se satisfacen estas deudas, la vivienda se saca a subasta.
En las escrituras de las hipotecas figuran las tasaciones de las viviendas y ese es el valor inicial sobre el que se puede pujar en la subasta. A día de hoy, la mayoría de las subastas queda desierta, puesto que el valor de tasación sigue siendo alto en relación al cada vez más menguante precio de mercado de las viviendas y es evidente el estancamiento general en la compra-venta de inmuebles. Por eso los antiguos 'subasteros' también se han reducido a la mínima expresión. 
Ante esta situación, son los propios bancos y entidades financieras que en su día concedieron las hipotecas las que se quedan con los inmuebles. Esta posibilidad viene recogida en el artículo 671 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, que habla de que, en el caso de que la subasta quedara desierta sin postores, el acreedor podrá adjudicarse el bien por el 50% del valor de su tasación.
Un mes para el desalojo
Cuando el juzgado recibe un decreto de adjudicación que le confirma que la finca o vivienda tiene nuevo propietario, notifica el lanzamiento a los antiguos propietarios. Un aviso en un buzón o entregado en mano ponen en marcha la cuenta atrás. Tienen un mes para abandonar la vivienda.
Cumplido el plazo, se persona en la casa una comisión judicial formada por un gestor y un auxiliar de justicia, siempre acompañados de agentes de la Policía Local, para obligar a los moradores a abandonar el inmueble.
Según los responsables de este servicio en los juzgados de Logroño, en la mayoría de los casos los antiguos propietarios ya han abandonado la vivienda, si bien señalan que cada vez se encuentran más casos de 'ocupas' en este tipo de pisos. Cuando los moradores son personas que muestran un contrato de arrendamiento, se paraliza temporalmente el lanzamiento hasta que el juez determine los pasos a seguir.
  
«Este mes podemos estar ante un caso grave de desalojo»
La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) en La Rioja tiene solo dos meses de vida, pero ya ha convocado una manifestación de protesta en la capital riojana, se ha reunido con los principales partidos políticos y sindicatos de la región y ha logrado que sus reivindicaciones (dación en pago, juicio justo para los hipotecados y aplazamiento de desalojos para familias en situación de insolvencia) hayan sido recogidas por la Defensora del Pueblo en La Rioja, María Bueyo Díez Jalón, quien se ha comprometido a trasladarlas a la Defensoría nacional, así como al Parlamento autonómico. 
Irene Martínez, portavoz de la Plataforma, señala que este colectivo realiza una labor «callada y constante» que está resultando «eficaz» para que «se paralicen o retengan» los casos más graves de lanzamientos judiciales. 
Además, la PAH se reúne periódicamente con afectados por las ejecuciones hipotecarias, estudia sus casos y les asesora sobre sus derechos, los recursos sociales a los que pueden recurrir. «No tenemos un número fijo de asistentes, porque son ellos los que deben acudir a nosotros y no al revés, debido a la normativa de protección de datos». Estos encuentros se realizan en la sede de la Federación de Asociaciones de Vecinos de La Rioja, una de las entidades que refrenda a la Plataforma, junto a otras como la Protectora de Animales, IU, Cáritas, Amin, Sodepaz, Reas, PUM+J, Los Verdes, CC OO, UGT, USO, PR, Asamblea Logroño, Dry Logroño, CER, Ecologistas en Acción, Obispado y Vicaría de La Rioja y Punjab-Rioja. 
«Hasta ahora no hemos tenido que apostarnos delante de ninguna casa para impedir los desalojos, pero nos tememos que este mes se notificará el lanzamiento a una mujer separada, con una minusvalía elevada y que tiene dos hijas, a la que está machacando un crédito rápido que ha solicitado». 
La portavoz de PAH-Rioja señala que ya han puesto en marcha la maquinaria para que desde las Administraciones le procuren un alquiler social que «intente paliar esta situación de desalojo». 
Y es que las distintas plataformas que denuncian los casos de ejecuciones hipotecarias para casos de insolvencia sobrevenida por la crisis también pregonan a los cuatro vientos la contradicción que supone que haya personas que se quedan sin sus casas existiendo miles de pisos vacíos en las ciudades y pueblos. «Pedimos a los partidos políticos que colaboren y se preocupen por estos casos y nos han dicho que lo van a hacer», dice.

Visto en El Correo

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