lunes, 3 de noviembre de 2014

Es la hora de los ciudadanos

Mi tribuna publicada hoy en Diario La Rioja:



En el horizonte se atisba una reforma electoral en el seno de los ayuntamientos. Un golpe a la democracia de dimensiones estratosféricas camuflado, como siempre, por los aparatos de propaganda del Estado. Tras la reforma de la Constitución, perpetrada por el PSOE y el PP, ahora viene una vuelta de tuerca más, la reforma de la ley electoral por parte del Partido Popular con el único fin de mantener el control de las alcaldías. Nos venden que es para facilitar el gobierno de los ayuntamientos, pero para los desconocedores de este proceso, lo que se pretende con la reforma es convertir un 40% de los votos en una mayoría absoluta.

El PP, enredado en una maraña de corrupción, hace aguas y esta a la deriva, tiene miedo a una ciudadanía que se está levantando del sofá y se está convirtiendo en sujeto político y no un simple espectador o sujeto pasivo del panorama político. Un análisis un poco más profundo puede llevarnos a pensar en algo mucho más grande. La política está cambiando en el sur de Europa. Ante el temor de los agentes económicos a la pérdida del poder que les brinda el sistema capitalista, se van produciendo cambios legislativos que atentan contra los principios de la democracia. Por rápido que se produzca el derrumbe del sistema, esta trampa, sin duda, les ayudará a aguantar cuatro años más. Otra legislatura en la que dejan los cabos aún más atados, porque el bipartidismo ha perdido sus caretas. Aquí aparece la otra cara: el PSOE. Sabiendo que su postura es inútil, se posiciona a la otra orilla, cumpliendo su papel histórico: el de progresista, el de defensor de la democracia. En resumidas cuentas: el otro actor del circo. El pacto del que avisó Felipe González, sacando pecho, es un hecho. Socialistas y conservadores, de la mano, gobernando Europa. Juntos a merced de los designios de la Troika. Meras piezas en el tablero del capitalismo.

¿Es necesario este descaro? Un claro ejemplo: en Grecia la socialdemocracia ha tocado fondo. Su gestión del país durante la crisis ha hecho que sus adeptos les hayan ido abandonando. Tras las últimas elecciones, se han visto obligados a darle la mano a la derecha, para evitar que los poderes económicos se vean afectados, ocupando su lugar una formación de izquierda alternativa (Syriza). Ante el fin del turnismo, el sistema capitalista se balancea y parece que un pacto entre las formaciones políticas de izquierda podría empezar a derrumbarlo.

El sistema de libre mercado es cada vez menos libre, tanto para la economía, como para los trabajadores; el puñado de dinero que almacena la ‘mano invisible’ hace que cada vez sea más visible. Esta mano invisible la conforman organismos y organizaciones tales como, el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, capaces de cambiar el mundo a su antojo. Estas son las que hoy se enrocan, con dichas jugadas políticas, para una vez más salir ilesos y hasta beneficiados. Que los trabajadores son cada vez menos libres es un hecho desgraciadamente conocido por todos en nuestro día a día y que merecería otro artículo.

En este negro horizonte se atisban rayos de luz esperanzadora, el resurgimiento en el panorama logroñés de Ganemos Logroño la confluencia de un ‘frente popular’, una Syriza logroñesa contra el bipartidismo y la mafia que nos han gobernado. Ganemos tiene como base a las vecinas y vecinos de Logroño, y como bandera la participación y transparencia, Ganemos pretende abrir las puertas del Ayuntamiento a la participación, a un Logroño de todas y todos y dejar de lado las políticas del ladrillo y del oscurantismo. Es la hora de plantar cara, sacar pecho, tomar el ayuntamiento y eliminar esa vieja política. Es la hora de Ganemos Logroño.

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